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NUESTRA LUCHA POR UN PLANETA VIVO
ISO está armonizando las muchas métricas, indicadores y estándares del mundo para la biodiversidad, para dar un impulso a la vida en la Tierra.
Hace dos años, ISO convocó a un grupo de expertos internacionales para desarrollar estándares sobre biodiversidad . Según Caroline Lhuillery del organismo nacional francés de normalización AFNOR y directora del grupo, “el deseo es cambiar las formas para crear una relación más saludable entre nuestras economías y nuestros ecosistemas, una relación que fomente la preservación de la biodiversidad al tiempo que crea oportunidades para el desarrollo sostenible."

Si bien ha habido un número creciente de estándares nacionales y patentados para la biodiversidad, éstos y el conocimiento científico, así como las necesidades globales, ahora han evolucionado hasta el punto en que la armonización internacional sería muy beneficiosa.
Uno de los muchos objetivos de las normas que ISO está creando es apoyar el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y destinado a proporcionar una base para proteger la diversidad de la vida en la Tierra. Lamentablemente, la mayoría de las noticias sobre la biodiversidad hablan de declives. Sin embargo, las normas ya están desempeñando un papel en la protección y mejora de la biodiversidad y el papel de ISO en este campo crecerá rápidamente.
EL PELIGROSO DECLIVE DE LA NATURALEZA
La biodiversidad abarca toda la vida. Sin ella, no hay alimentos, aire limpio, recursos naturales como la madera, defensas contra inundaciones basadas en la naturaleza y un clima viable. El CDB tiene tres objetivos centrales para ayudar a lograr esto. Estos son la conservación de la diversidad biológica, su uso sostenible y una distribución justa y equitativa de los beneficios de los recursos genéticos.
En Reino Unido, por ejemplo, ha perdido aproximadamente la mitad de su biodiversidad desde la revolución industrial, y los científicos advierten que esto corre el riesgo de una cascada ecológica o fusión de especies.
El informe, elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza y el Instituto de Zoología de Londres, utiliza un conjunto de datos conocido como Índice del Planeta Vivo (LPI), que consta de miles de especies y decenas de miles de poblaciones. El índice permite a los usuarios monitorear tendencias y patrones en la forma en que la biodiversidad cambia con el tiempo.
El CDB ha adoptado el LPI, aplicándolo como una medida de las tendencias globales en biodiversidad para hábitats terrestres y acuáticos. Su fuerza es que es una métrica potencialmente universal para seguir el progreso. De hecho, ha jugado un papel crucial durante 2011-2020 en el establecimiento de objetivos para detener la disminución de la biodiversidad y el CDB aplicará el índice para un marco que establecerá objetivos para revertir esta disminución, para la próxima década.
Existen muchos otros índices para evaluar la biodiversidad además del LPI. El Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, por ejemplo, describe 15 de ellos en un informe de 2017 sobre métricas para la biodiversidad y han surgido más de estas herramientas en los últimos cinco años. Sin embargo, los estándares nacionales y regionales han demostrado que el enfoque de estandarización puede traer grandes beneficios para el seguimiento de la biodiversidad y cómo la gestionamos.
¿QUÉ ESTAMOS MIDIENDO?
Aunque existe un acuerdo mundial sobre las pérdidas de biodiversidad, no se tarda mucho en descubrir que hay diferentes historias sobre qué y cuánto estamos perdiendo, ahorrando o ganando. La razón detrás de esto es la gran cantidad y tipos de métricas y métodos disponibles para evaluar la biodiversidad.
Por ejemplo, un equipo de investigadores de España examinó una variedad de métricas para evaluaciones de agua dulce y encontró una amplia gama de métricas de biodiversidad para evaluar la integridad ecológica de los ecosistemas acuáticos. Sin embargo, el equipo descubrió que “el rendimiento varía considerablemente entre los diferentes tipos de métricas y proporciona información diferente sobre las condiciones del ecosistema, lo que dificulta la selección de métricas apropiadas para el bio-monitoreo”.
Existen muchos otros índices para evaluar la biodiversidad además del LPI. El Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, por ejemplo, describe 15 de ellos en un informe de 2017 sobre métricas para la biodiversidad, y han surgido más de estas herramientas en los últimos cinco años. Y, sin embargo, los estándares nacionales y regionales han demostrado que el enfoque de estandarización puede traer grandes beneficios para el seguimiento de la biodiversidad y cómo la gestionamos.
Fuente: ISO, nuestra lucha por un planeta vivo, Mayo 2022.